Saliendo del baño de mujeres

 

Yo era Arturo, tenía 43, era conserje en una plaza local, estaba enamorado de una muchachita con la que trabajaba: Natalia. Ella era una joven estudiante de no más de 19 años, le deseaba, la envidiaba. Ella tenía toda una vida por delante llena de oportunidades,era tan afortunada, era una diosa podría tener lo que ella quisiera con el cuerpo que tenía, hombres, dinero, fama y por supuesto sexo. Cosas que yo nunca había podido tener aún a mis 43 años de edad.

Quería a Natalia con todo mi ser, la deseaba... quería ser ella. Fue así que busque en internet la manera de cambiar de lugares y para mí fortuna lo encontré, un conjuro que transferiria nuestras conciencias y recuerdos; yo obtendría todo de ella... cuerpo, memorias, personalidad mientras que ella lo perdería todo. Decidí seguirla una tarde cuando ella estaba por regresar a su casa, la seguí hasta que entramos al baño de mujeres, ahí la seguí hasta un cubículo.

"¡Oye! ¡idiot...! ¡AAAHH!"

Intento gritar pero la calle con mi mano y conjure las palabras mágicas. De pronto estaba frente a mi cuerpo el cual se encontraba en el piso. De inmediato y sin pensar grite: "¡No mames me morí!"

Al escuchar mi voz lo comprendí todo ¡lo había conseguido! estaba en el cuerpo de esa |•vt∆. Sus memorias, sus recuerdos fluían en mi mente mientras más tiempo pasaba.

"Pero que culazo tienes mamacita... Si que voy a gozar tu cuerpecito, gracias por cuidarmelo tanto tiempo Natalia."

Podía sentir en mi mente toda su vida, por fin era ella, en cuerpo y mente...

"Ahora lo sé todo de ti Natalia, no hay forma de que yo no sea tu."

La excitación, la euforia de tener sus memorias, el ser ella, la adrenalina, las hormonas... hicieron que levantará mi antiguo cuerpo y aunque ahora me parecía repulsiva mi antigua apariencia mi deseo de ser penetrada por mi mismo me encamino a tener relaciones con ese patético hombre en aquellos baños. "Ahora sí Arturito, por fin se te cumplió cojer y mira nomás con que vieja, suertudo te hasta envidia te tengo."

Tras muchos gemidos y con una nueva vida por delante como Natalia me saboree en el espejo antes de salir del baño pidiendo ayuda ya que había sido ∆bus∆d∆ por el conserje de la plaza...