Un pervertido vagabundo roba el cuerpo de una niña feminista.

-"¡Ayuda!"

 

Soy Alejandra, tengo 17 años, estaba en una marcha feminista con mis hermanas cuando de pronto un viejo vagabundo asqueroso y apestoso se acercó a tocarme y a intentar abusar de mi. El vagabundo no dejaba de gritar:"¡Dame tu cuerpo puta!" Mientras me quitaba la ropa con sus sucias manos de hombre. De pronto me desmaye y frente a mis ojos estaba... ¡Yo misma! De pronto tenía una gran barba canosa y sucia, manos y voz gruesa de hombre y un... ¡Pene!

 

"Pinches viejas nomás pierden el tiempo en pendejadas, teniendo cuerpos tan deliciosos como el tuyo mamacita. Solo se la pasan antojandonos a los hombres, deberían de estar cojiendo en vez de estar desfilando. Pero no te preocupes voy a aprovechar muy bien tu cuerpo cojiendo con quién se me cruce y talvez también me aproveche de tus amigas también...pinches lesbianas desviadas hahaha"

 

Me escupió burlándose de mí y restrego su vagina contra mi cara tocandola de una manera depravada.

 

"Que rica panochita tienes mi amor hahaha." Me decía el vagabundo gimiendo de placer con mi voz.

 

-"¡Auxilio! ¡Ayuda por favor! ¡Quiero despertar! ¡Quiero mi cuerpo de vuelta! ¡Quiero mi vida de vuelta! ¡No quiero ser un asqueroso hombre!" 

 

"Hahaha ya me entiendes niña, pero así te vas a morir pendeja, como un viejo asqueroso... ¡Ayuda! ¡Muchachas aquí hay un viejo pervertido, ayúdenme a partirle su madre!"